A
No quiero perder nada de mi regreso.
Me veo en las montañas,
invocando al sol
que nos supo iluminar.
Mañana, seré pasado,
pese a eso mi alma se habrá quedado.
Todo al fin,
vuelve de impaciente.
¿Qué me depara?
¿Quién me contrata?
Las piedras que tiramos,
al fondo del lago saludaron.
Mañana u hoy
será todo una misma canción,
que entonaremos y silbaremos
cuando el alma pida alimento.
Alhué
cuantos recuerdos
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